Marruecos se encuentra hoy entre los países de África con mejores perspectivas de desarrollo económico. El desarrollo de las relaciones comerciales, incluidas las relaciones intraafricanas, su dinamismo demográfico y la implementación de estrategias ambiciosas en materia de desarrollo sostenible y energías renovables son los factores esenciales de esta situación. En un contexto regional tenso, también ha sabido mantener su atractivo turístico.

El Gran Ouarzazate, en la vertiente sur de las montañas del Alto Atlas y en la “puerta del desierto”, es un territorio que se inscribe plenamente en esta dinámica marroquí.

A la vez provincia y aglomeración, rico en cultura milenaria y sitios excepcionales, el Gran Ouarzazate se ha posicionado en las últimas décadas como lugar de atracción turística y de acogida para la industria cinematográfica. Su vitalidad le ha permitido un fuerte crecimiento demográfico, todavía en curso. Tiene un papel importante en la recién creada región de Drâa-Tafilalet. El complejo termosolar Noor (luz en árabe), en construcción en el sitio del Gran Ouarzazate, uno de los más grandes del mundo, abre una nueva dimensión de su atractivo.

Cultura y turismo, cine y tecnología solar son así tres palancas de desarrollo que el Gran Ouarzazate desea activar para reforzar su atractivo regional e internacional.

Más allá de sus ventajas, el territorio presenta también el gran desafío de la gestión del agua. El agua, recurso precioso, es un componente indispensable para el desarrollo racional y sostenible del Gran Ouarzazate.

Pensar la ciudad oasis del siglo XXI, impulsar nuevas lógicas de desarrollo y crear un modelo ejemplar apoyándose en ecosistemas naturales y socioeconómicos solidarios son los objetivos de este taller.